La importancia de las denominaciones de origen en el comercio de los productos agropecuarios. Caso: Arroz del Estado de Morelos
Ana Cecilia Rodríguez González
Los productos agrícolas, además de ser la base de la alimentación, son fuente de economía, identidad y muestra de expresión cultural. Por estas razones, es importante buscar métodos de diferenciación, canales de mercado adecuados, unidad entre los productores y certificación de autenticidad de los productos para asegurar su permanencia en el mercado a través de un precio adecuado. Es así como las Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas tienen un papel determinante en el comercio agrícola.
En el caso específico del arroz del Estado de Morelos, aunque su rendimiento aumentó de seis toneladas por hectárea en 1992 cuando se lanzó la variedad A-92 a 12 toneladas en la actualidad, la superficie de cultivo se ha disminuido drásticamente. Las razones de esta disminución son tanto económicas, dados los altos costos de producción, mayormente por la cantidad de mano de obra requerida, así como por la entrada al mercado nacional de arroces a un muy bajo precio, incluso por debajo de sus costos de producción.
Por lo anterior, era indispensable reconocer su diferenciación, que se dejara de comercializar mezclas con arroces de variedades de menor calidad e incluso, que empresas completamente ajenas a Morelos, ampararan su producto bajo la denominación “Morelos” en detrimento del prestigio del arroz y en un claro engaño al público consumidor.
De esta manera, se solicitó el reconocimiento mediante la protección de la denominación de origen al “Arroz del Estado de Morelos”, mismo que se otorgó el 12 de febrero de 2012 y ha representado ventajas como:
- Detener la disminución de la superficie cultivable
- Publicacion de la Norma Oficial correspondiente
- Organización en el sector productivo
Sin embargo, han sido 5 años de mucho trabajo en la profesionalización del sector, el cual no acaba de ver en su economía los beneficios de este derecho; en la sensibilización del gobierno estatal para que reconozca en esta figura una fuente de desarrollo social y en la difusión de la calidad del producto a un mercado que en su mayoría prefiere precio.
Al día de hoy, seguimos trabajando para obtener la certificación y celebro la iniciativa de reforma a la Ley de la Propiedad Industrial en la que se reconocen las indicaciones geográficas, con la sugerencia de que se acompañen de un proceso de incubación y profesionalización de los productores.
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